¿Un abdomen plano sin tanto esfuerzo y en pocos días? Claro que sí es posible y sólo consta de dos claves: consistencia y una buena alimentación.

Uno de los errores más comunes cuando se hace ejercicio y por los cuales es imposible notar cambios en el cuerpo, es pensar que luego de una rutina intensa se es merecedor de comer cualquier tipo de alimentos, mucho menos comida chatarra.  

Es importante siempre tener en mente que la consistencia y una buena alimentación son claves para transformar al cuerpo, sobre todo si se trabaja la parte del abdomen, el vientre, las caderas y los músculos superiores de la pierna, lugares donde se acomula el mayor porcentaje de grasa.

Para conseguir un abdomen plano o lograr tonificar cualquiera de las áreas del cuerpo antes mencionadas, es esencial modificar el consumo diario de alimentos, por ejemplo, restringir la ingesta de productos procesados por aquellos de original natural. Además, sólo de este modo se pueden obtener resultados en poco tiempo.

Aliados en la rutina

Dicho lo anterior, estos son algunos de alimentos que una persona debe incluir en su alimentación diaria para que el esfuerzo puesto en el entrenamiento valga la pena.  Todos ellos son de bajo costo y fáciles de encontrar en el supermercado.

• Frutos secos con piel como la almendra y las nueces
• Legumbres
• Vegetales ricos en vitamina A y C
• Aceite de oliva
• Cereales integrales
• Piña
• Papaya
• Cítricos
• Huevo
• Pescado
• Té de jengibre
• Quinoa

Rutina de menos de 10 minutos

Lo atractivo de esta rutina es que no requiere de aparatos específicos o pesas para realizarse, además es práctica y a la vez una alternativa para cuando se está de vacaciones o en cualquier otro sitio donde no se tenga fácil acceso a una zona fitness.  

Solo se debe de tomar la precaución colocarse sobre un tapete de yoga o toalla para evitar molestias en la espalda, las cuales usualmente aparecen cuando se coloca el cuerpo boca arriba en el suelo duro por determinado tiempo.

Colocado boca abajo, apoyado con las puntas de los pies y los codos sobre el suelo a la altura de los hombros, eleva el tronco manteniendo la columna alineada por al menos 40 segundos.

De la misma posición, pero esta vez manteniendo los codos estirados, eleva el tronco manteniendo la columna alineada por al menos 40 segundos.

Manteniendo la misma postura, pero en esta ocasión levantando una pierna y luego la otra por otros 40 minutos.

Con el cuerpo boca arriba, flexiona las rodillas, mantén los brazos estirados y lleva las rodillas hacia el pecho por al menos 40 segundos.

De la misma posición, lleva tus rodillas hacia la pelvis, coloca las manos sobre la nuca y flexiona la columna tratando de alcanzar la rodilla izquierda con el codo derecho y viceversa, esto por 35 o 40 segundos.

Cada ejercicio se realiza minimo 40 minutos, para principiantes, y se repite unas 3 veces como mínimo. Cada minuto que avanza se podrá sentir un poco caliente el abdomen, lo que quiere decir que los músculos están trabajando y se está quemando la grasa acomulada en esta zona.

Consejos para resultados inmediatos

• Tomar licuados de frutas o verduras crudas durante la primera semana ayudará a limpiar el sistema digestivo.
• Comenzar todas las mañanas con un litro de agua mezclado con jugo de limón y otro por la noche, lo que mantendrá alcalizado el cuerpo e hidratado.
• Comer frutas y verduras altas en fibra entre comidas.
• Eliminar todo tipo de alimentos chatarras y refrescos, los cuales están llenos de azúcar refinada que imposibilita la reducción de peso.
• Tratar de caminar al menos una hora al día, ya que ayuda al funcionamiento del sistema digestivo.

Para tener una mejor calidad de vida no hay que olvidarse de evitar el estrés y la ansiedad. Asimismo, para sacar provecho a cada ejercicio intenso o no intenso, es importante la consistencia, ya que solo de esa forma ésto puede llegar a convertirse en un hábito y no sólo una simple rutina que en unos meses podría dejarse atrás.